domingo, 18 de octubre de 2009

PALABRAS CLAVES

VOCABULARIO
El vocabulario o léxico puede definirse como el conjunto de unidades léxicas de una lengua. Las unidades léxicas comprenden lo que normalmente entendemos por palabras (unidades léxicas simples) y también otras unidades mayores formadas por dos o más palabras con un sentido unitario. En la didáctica de la lengua, los términos vocabulario y léxico son equivalentes, aunque en algunas disciplinas lingüísticas se establece distinción entre ambos términos.El vocabulario forma parte del sistema lingüístico y como tal es independiente del conocimiento particular de cada hablante, lo que lo diferencia del lexicón mental, que se relaciona con la competencia de cada hablante y con las nociones de vocabulario receptivo y vocabulario productivo.Sobre el vocabulario suelen destacarse dos aspectos: el gran número de unidades que lo conforman (lo que, en el caso de la enseñanza, hace conveniente disponer de herramientas y criterios para su selección, escasas en español) y las múltiples dimensiones de las palabras (fonología, ortografía, morfología, semántica, relaciones sintagmáticas, relaciones paradigmáticas, pragmática, entre otras.). Estos aspectos marcan algunas de las principales directrices de su didáctica, como la que quizá constituya la cuestión fundamental: enseñanza explícita o implícita, pues se trata de responder a la pregunta de si es posible enseñar de forma explícita (y en qué medida y de qué modo) un componente del lenguaje con tantos elementos integrantes y tantas dimensiones para cada uno de ellos.La respuesta ha variado a lo largo de la historia de la didáctica y, lógicamente, está en relación con los diferentes métodos o enfoques. Mientras algunos métodos, como el gramatical o el método directo, abogaban por una enseñanza explícita del vocabulario, el enfoque comunicativo favoreció en sus orígenes la enseñanza implícita de éste, fundamentalmente por medio de técnicas de inferencia de vocabulario en contexto.Los estudios sobre adquisición de vocabulario abonan ambas formas de enseñanza-aprendizaje (Sökmen, 1997). Por un lado, hay evidencias de que las palabras se aprenden mejor (se adquieren más elementos de distintas dimensiones y se favorece su utilización) cuanto más se manipula o procesa el vocabulario, y a ello puede contribuir la enseñanza explícita y el trabajo en profundidad sobre las unidadesPor otro, sabemos que la inferencia es uno de los principales procedimientos de adquisición de vocabulario y resulta altamente recomendable favorecer su utilización, pues el gran número de unidades y sus múltiples dimensiones no hacen posible una enseñanza explícita de una cantidad considerable del vocabulario de la lengua extranjera.Otra evidencia es que los estudiantes que hacen uso de buenas estrategias aprenden más vocabulario, disponen de más información y producen mensajes de mejor calidad. El desarrollo de estrategias favorece ambas formas de aprendizaje: la que implica procesamiento de las unidades en profundidad en situación de enseñanza explícita y la que tiene lugar implícitamente en la realización de tareas que no tienen el vocabulario como objetivo.Consecuentemente, las propuestas actuales sobre didáctica del vocabulario recomiendan el trabajo sobre tres ejes:Enseñanza explícita y procesamiento en profundidad de parcelas de vocabulario.Enseñanza-aprendizaje implícitos (la lectura extensiva es uno de los principales medios de adquisición de vocabulario).Desarrollo de estrategias.Estos tres ejes, conjuntamente, han de favorecer el aprendizaje del vocabulario.
INTENCIÓN COMUNICATIVA: La intención comunicativa es el propósito, la meta o finalidad que quiere conseguir, por medio de su discurso, el autor de un acto comunicativo. La intención modela el discurso del emisor, puesto que sus actos lingüísticos irán encaminados a lograr el propósito que persigue (aunque sea de forma inconsciente), a la vez que también influye en la interpretación del receptor.La Retórica clásica ya partía de la naturaleza intencional del discurso, destinado a influir en el destinatario. Sin embargo, en planteamientos más recientes el desarrollo histórico del estudio de la intención comunicativa como factor que interviene decisivamente en la comunicación humana tiene su origen en la teoría de los actos de habla, propuesta en primer lugar por el filósofo británico J. L. Austin y desarrollada más tarde por el también filósofo J. Searle. Según esta teoría, comunicarse es una forma de actividad, de modo que los diversos tipos de actos de habla posibles (por ejemplo, asegurar, pedir, explicar...) responden a intenciones distintas (convencer, obtener algo, dar información...). En otros términos, la comunicación humana tiene como objetivo fundamental el conseguir determinados fines por medio del uso de la lengua, de tal modo que la actuación lingüística se compone de una serie de actos encaminados a la consecución de esos fines.La importancia que la intención tiene en la comunicación humana, no obstante, no puede comprenderse de una manera cabal atendiendo únicamente al emisor del enunciado, sino que debe tomarse en consideración también el papel que desempeña el receptor. Éste, efectivamente, participa de una manera activa en la construcción del significado discursivo, puesto que presupone que el emisor hace uso de la lengua con un fin determinado, e interpreta el discurso del emisor en función de la hipótesis que hace sobre cuál es esta intención. Las presuposiciones del receptor constituyen un mecanismo fundamental en el proceso de inferencia que permite resolver las implicaturas conversacionales. Por ejemplo, ante una pregunta como [—¿Tienes hora?] el receptor debe interpretar que quien formula la pregunta no sólo está interesado en saber si lleva un reloj a la hora, sino que infiere que la intención del emisor es conocer la hora.La comprensión del papel que la intención desempeña en la comunicación humana ha tenido gran importancia en el desarrollo de las diversas teorías del análisis del discurso. En este sentido, un dato que reviste especial importancia para la enseñanza es que las diferentes lenguas codifican de forma distinta las intenciones de los hablantes. Por ello, aprender una segunda lengua no consiste únicamente en adquirir formas lingüísticas, sino en conocer el valor que dichas formas tienen en el idioma.
TEMA - REMA: Los conceptos de tema y rema se emplean para describir la estructura del enunciado desde un punto de vista informativo, partiendo del supuesto de que en los enunciados puede distinguirse entre estos dos componentes. El tema corresponde a lo que intuitivamente se puede expresar como aquello de lo que se habla; mientras que rema es lo que se dice del tema.A mediados del siglo XX, los lingüistas de la Escuela de Praga (F. Danes, V. Mathesius, J. Firbas, entre otros) fueron quienes iniciaron las investigaciones sobre la estructura de la información primero en la oración y después en los textos. En la década de los 70, M. Halliday, continuando la perspectiva de la oración propugnada por la Escuela de Praga, emplea el concepto de tema sintáctico para referirse al constituyente situado más a la izquierda en la frase; mientras que rema es todo lo demás que sigue en la oración y que consta de lo que el hablante afirma sobre el punto inicial de la oración.Teniendo en cuenta esta concepción de tema y rema, no resulta sorprendente la asociación de tema con información conocida (información que el emisor cree que el receptor ya conoce) y rema con información nueva (información que el emisor cree no conocida por el receptor). De todos modos, la Escuela de Praga ya señaló que dicha coincidencia se da con frecuencia, aunque no necesariamente. En cualquier caso, se ha tachado esta dicotomía de equivalencias como demasiado reduccionista, por lo que J. Firbas (1971) deja el campo de oposición más abierto, mencionando la existencia de elementos transitorios entre el tema y el rema, así como temas y remas secundarios. Para referirse a dicha gradación, introduce el concepto de dinamismo comunicativo, considerando estos dos elementos como los polos de un continuo informativo. De este modo, J. Firbas asocia tema con el elemento menos portador de información y rema con el elemento que hace avanzar el texto.La aplicación de esta dicotomía a nivel textual ha sido ampliamente explotada por diversos autores, entre los que destacan F. Danes y B. Combettes, quienes se interesan por el modo en que la información textual va avanzando a partir de la articulación tema-rema, mediante el mecanismo que denominan progresión temática.En didáctica de lenguas, la articulación tema-rema ha permitido no sólo dar cuenta de fenómenos oracionales que no podían ser analizados desde la perspectiva sintáctica o semántica de la oración, como pueden ser las construcciones sintácticas con verbos como gustar, encantar, etc.; sino también analizar el avance y organización informativa del texto a nivel oracional, así como dar cuenta del porqué de la determinación/indeterminación nominal o de la creación de diferentes mecanismos de referencia en el interior del texto.
PALABRAS SINÓNIMAS: Cuando existe coincidencia de significado entre dos o más palabras de diferentes significantes, se dice que éstas son sinónimas. En español existen muchas palabras sinónimas, utilizadas frecuentemente en contextos formales e informales, palabras que pueden aparecer en un mismo texto, estableciendo las mismas relaciones y ser conmutables; pero que nunca, semánticamente hablando, son sinónimos totales sino parciales, porque es muy difícil que coincidan todos sus rasgos semánticos y no existan diferencias notables entre ellos.Entre dos palabras la sinonimia puede ser:a) Conceptual: Completa, las dos palabras tienen estrechas relaciones de significado y son permutables en todos los contextos; por lo tanto, su valor semántico es similar. Bravo//Molesto. Ejemplo: Estoy muy bravo // Estoy muy molesto.b) Contextual: Parcial, las dos palabras sólo se consideran sinónimos en determinados contextos. Viajar // Dirigirse. Ejemplo: Viajaré a Caracas // Me dirigiré a Caracas. Viajar y dirigirse pueden considerarse sinónimos en este contexto, pero en otros no: el profesor me dirige muy bien // el profesor viaja muy bien (Indudablemente en este caso, por razones de contexto, no existe sinonimia).c) De connotación: Similar a la contextual; pero con matices afectivos. Ejemplo: Pedro Sinónimo de cerebro.Ejemplo ContextualizadoPedro es muy inteligente. Siempre realiza todos los trabajos de aula y obtiene A. Pedro es un “cerebro”.
IDEAS PRINCIPALES Y SECUNDARIAS: Los párrafos son encadenamientos de ideas del que escribe. Algunas de estas ideas son esenciales para entender el mensaje del autor. Otras no lo son tanto. Por el contrario en el párrafo se puede prescindir de ellas sin que el lector pierda el sentido de lo que el autor propone. Así algunos estudiosos han llamado ideas principales a las primeras e ideas secundarias a las segundas.Para poder identificar cuál es la idea principal de un párrafo, hay que entender a cabalidad todo el texto que se analiza o se lee, pues si no corremos el riesgo de centrarnos en un aspecto parcial del mensaje del autor.La idea o frase principal, normalmente viene expresada en una de las frases del párrafo y alrededor de ella de una manera natural y lógica se agrupan las otras frases para ampliar, concretar o presentar diversos aspectos referentes a la idea central.La habilidad del lector consiste en descubrir de un modo rápido y seguro cuál es la idea central y la frase que la representa.No siempre la idea central está colocada al principio del párrafo, pues puede encontrarse en medio o al final del mismo.Las ideas o frases secundarias: son aquellas que sirven al autor para explanar de un modo más detallado todos los aspectos e implicaciones que éste tiene en la mente cuando escribe la frase principal. Para perfeccionar el modo de leer cada párrafo es muy útil tener una idea clara, para poder entonces obtener las demás frases del párrafo, las frases secundarias, que pueden ir ampliando, desarrollando o matizando la idea expuesta en la frase principal.Maneras de explanar la idea central a través de las secundarias:1.- Por repetición: Se mantiene el mismo contenido de la frase principal, variando simplemente las palabras. Se establece la idea central en la primera frase y se suele terminar con otra frase semejante a la primera, en la que, a modo de conclusión, se vuelve a repetir la idea fundamental. También éste tipo de frases se pueden encontrar en cualquier otra parte del párrafo.2.- Por contraste: Estas frases son muy eficaces para resaltar la idea central. El autor quiere impresionarnos y dejar bien claro cuál es su verdadero pensamiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento.3.- Por ejemplificación: Los ejemplos sirven para hacer comprender el alcance de la idea principal a través de casos y aplicaciones concretas. Los ejemplos pueden pasarse por alto cuando existe una verdadera comprensión de la idea central, pero en la práctica, los ejemplos son las mejores ayudas para llegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmación general.4.- Por justificación: Este tipo de frases contiene razones o argumentos que apoyan la afirmación establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensión, en el sentido de que una idea se siente más profundamente en la medida que conocemos mejor cuáles son los fundamentos lógicos o racionales que le sostienen y apoyan.Para localizar con mayor facilidad la frase principal, se puede aplicar la siguiente técnica:1.- Lo que se debe observar primero es cuál es la palabra que más se repite y que domina todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona o una cualidad, algo en torno a lo cual gira toda la exposición. Algunas veces, el autor no siempre utiliza la misma palabra sino sinónimos o, en algunas frases, emplea pronombres. Lo importante es darse cuenta de que en todos esos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto.2.- Después de localizar esta palabra nos encontramos en condiciones de ubicar la frase central del párrafo. En general, todas las frases tendrán alguna relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter global o de inclusividad. En cierto modo, ella encierra en sí misma todo lo que se expone en las demás frases.3.- La frase principal será, pues, aquella donde se establece la afirmación más amplia, más general y que puede considerarse como el resumen de todas las demás.Referencias Bibliograficas:http://cvc.cervantes.es/ensenanza/diccio_ele/indice.htmwww.rena.edu.ve /Literatura/IdeasPyS.html - 32k
Estimado estudiante,Se le recomienda leer el material publicado para discutirlo en clase y en grupo realizar un taller.